Las ciudades inteligentes, o smart cities, cambian el mundo. La urbe del futuro se entiende como un conjunto de flujos de información y redes de comunicaciones, físicas y digitales, con la capacidad de crear capital y calidad de vida para sus habitantes.
2018 es el año de la nube urbana (Urban Cloud): el nuevo mapa digital de la ciudad nace a partir de los datos georreferenciados. Cada ciudad sigue un camino de modernización, innovación y crecimiento, y para cada estrategia se implementan tecnologías específicas. El único denominador común entre los diversos planes de ciudades inteligentes anunciados en todo el mundo es la conectividad.
Todas las ciudades del futuro estarán hiperconectadas y basadas en plataformas en la nube. Nace una nueva geografía urbana basada en datos, generada sobre todo por la Internet de las cosas. Los próximos años viviremos un incremento de soluciones en la nube para recopilar datos geolocalizados de miles de objetos inteligentes dispersos en el tejido urbano.
Ciudades inteligentes y urban cloud
La nube urbana es el pilar la nueva geografía digital de las Smart Cities. La nube se crea a partir del flujo continuo de datos georreferenciados creados mediante la interconexión de dispositivos activos, tanto personales como automáticos.
Las aplicaciones de estas tecnologías resultarán evidentes en un período de tiempo relativamente corto: reducción del consumo de energía y agua, reducción del tráfico urbano, mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, ahorro de fondos públicos, reducción de contaminantes ambientales, optimización de recursos disponibles y mucho más.
Actualmente, en todo el mundo, alrededor de 9 mil millones de objetos inteligentes e interconectados están activos como resultado de los proyectos de ciudades inteligentes. Big Data, Internet de las cosas (IoT), sensores, inteligencia artificial, etc., todo converge en la nube urbana en forma de datos, incluida la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía renovables, farolas y semáforos inteligentes, servicios y tecnologías para la salud, educación digital y empresas 4.0.
El futuro desarrollo de las smart cities
Según la base de datos de ciudades inteligentes de IHS Markit, existen cuatro aspectos de interés a la hora de plantear las smart cities: recursos financieros, plataformas (promoción de la innovación y cultura digital), Internet de las cosas y la integración del entorno digital externo con el interno de nuestros hogares.
- Finanzas. Investigadores y expertos coinciden en que las asociaciones público-privadas funcionan bien y, en el futuro, cada vez mejor. Según su estimación, están garantizados los recursos financieros para los procesos de transformación digital urbana.
- Plataformas. Divididas en horizontales y verticales para aplicaciones denominadas holísticas y más centradas en aspectos específicos de la ciudad inteligente. Desempeñarán un papel clave en el desarrollo de proyectos con altos niveles de eficiencia y en el desarrollo.
- Gracias al nuevo paradigma informático de la Internet de las cosas, habrá un auge en las aplicaciones avanzadas. El aprendizaje automático y la inteligencia artificial, los drones y otros adelantos jugarán un papel decisivo en la futura ciudad inteligente.
- Respecto a la casa inteligente, gracias a la creciente conectividad doméstica con fibra y banda ancha, se estima que este mercado de tecnología podría alcanzar el valor de 53 mil millones de dólares en 2022, con un incremento medio de entre 28 a 30 mil millones para el final de 2018.